martes, 14 de febrero de 2012

TODO A UNA CARTA

Nunca le había visto tan cabreado.
Sabía que nada le ponía más furioso que mi insumisión, pero en este caso; la 
razón principal era la presencia de otro amo, con el cual tenía una rivalidad 
manifiesta, en el momento de mi inoportuna contestación.
Normalmente eso acarreaba un castigo mas o menos duro, que solía proporcionarme un punto de placer, pero hoy estaba tan rabioso que solo su mirada me hacia 
temblar.
Estábamos en la barra del local.
- Desnúdate
- ¿Aquí?
Su mirada me hizo obedecer sin rechistar.

Le hizo un gesto a Diana, bruja egoísta y egocéntrica que disfruto solo con el echo de que mi Amo le pidiera ayuda para castigarme.
Con una sonrisa burlona se acerco a mí para que le fuera dando mi ropa, al 
tiempo que tocaba mi cuerpo según se iba quedando desnudo.
No me acariciaba, no era un gesto de deseo, era como si estuviera comprobando 
la calidad de la mercancía.
Mi amo seguía charlando, como si le importara poco lo que estuviera ocurriendo. 
Esperaba que su castigo no fuera dejar hacer a aquella bruja. Creo que no me 
perdonaba que nunca hubiera querido estar con ella, solo lo había conseguido 
cuando mi amo se lo había ofrecido, nunca por iniciativa mía, y aun así, yo nunca había mostrado ni el mas mínimo interés hacia ella.
Empezó a estrujar mis tetas, mirando a mi amo. El dirigió su mirada hacia nosotras y le pidió a Diana que me bajara a la mazmorra.
Azotando mi culo me llevo al destino, obligándome a que me sentara en el potro.
Abrió mis piernas y sin previo aviso comenzó a follarme con tres dedos.


Mi estado de excitación era nulo y mi lubricación cero; me hacia daño, pero no la 
iba a dar el placer de demostrárselo.
Mi amo tardo poco en bajar con el grupo que nos acompañaba en la barra, 
incluido el amo causante de su cabreo. 
Tenía que hacerle ver que mi insumisión había sido casual. 
Tenía que mostrarle que su sumisa estaba dispuesta a obedecerle hasta el final. 
Se acercó a mí, colocándose junto a mi cabeza, para decirme al oído.
- ¿Ves toda esta gente zorra?
- Si - respondí con voz tímida.
- Hoy no recibirás placer, ni siquiera el placer de tu castigo, hoy solo lo darás. Vas a comer coños y pollas hasta que sepas de quien es cada uno; te atragantaras de tanto sexo y sabes que mas de uno te tiene ganas. Y si no eres capaz de dar un 
nombre, seguirán hasta terminar en tu boca. 

Haciéndome bajar del potro me puso de rodillas, vendo mis ojos y ato mis manos a la espalda con un bondage bastante simple.

Algunos empezaron a tocarme, pero aquello que otras veces podía excitarme, hoy solo me daba frío.
Imaginaba el rostro furioso de mi amo, observando la escena, y mi piel se erizaba, por una mezcla de impotencia y miedo. 
Sabía que, a pesar de su enfado no permitiría que me ocurriera nada malo, al 
menos según su criterio. 
Como si la humillación de que recurriera a Diana no hubiera sido suficiente, ahora cabía la posibilidad de que alguno de esos tíos descargara su leche en mi boca. 
Solo pensarlo me daba nauseas, además, bien sabía que ese regalo lo reservaba para él. 
Sabía como castigarme y aquello era muy degradante.
A través de esa venganza conseguiría resarcirle del daño causado frente a su rival.
 
 
Lo primero que sentí junto a mi boca fue una polla, agarro suavemente mi cabeza y, sin prisas, me penetraba.
Era una polla muy gorda, no sabía si también grande, no la hacia llegar hasta el 
fondo de mi garganta.
Tenía que averiguar de quien se trataba, pero quizás el primero era el mas difícil.
De pronto recordé unas palabras de Irene la vez que estuvo con Sergio, me 
comentó que tenía una polla como "un vaso de tubo".
Intente apartar mi cabeza pero no me lo permitía.
Mi Amo debió intervenir haciéndole sacar la polla de mi boca.
-        Sergio, dije débilmente.
-        Otro, fueron las únicas palabras de mi amo.
Aquello empezaba bien.
Sentí un coño, este era fácil, de todas nosotras, la única que tenía el pubis sin 
rasurar completamente era Amalia, me di cuenta enseguida, pero jugué un rato 
con ella, divertida, quizás con el ánimo de joder a Diana. Creo que todos se dieron
cuenta de que sabía de quien se trataba, y mi Amo, desde luego.

Debió agarrar a Amalia y quitarla de mi lado, volviendo a repetir.
-        Otro
-        Amalia, dije con una cierta chulería.
Otro coño. Lo primero que me pareció fue carnoso, luego sentí unas manos 
apretando mi cabeza.
Un solo lametazo y levantando mi cabeza con una sonrisa burlona dije.
-        Diana
Averiguar que se trataba de ella tan pronto me lleno de satisfacción, pensé 
jo-de-te, no consigues que te coma el coño ni obligada.
La siguiente polla estaba flácida y rasurada, debía ser de alguien a quien aquella situación no excitara. Creía saber quien era, sin embargo, me lo tome como un 
reto y continúe mamando despacio, impregnándola de saliva, sintiendo como se 
endurecía dentro de mi boca.

A pesar de tener los ojos vendados elevé mi cabeza intentando mostrar mi complacencia sobre lo que estaba ocurriendo.
Creo que lo intuyo por que su polla empezó a crecer dentro de mi boca.
Cuando su erección era total empezó a agarrar mi cabeza y a apretarla contra ella, sin embargo lo hizo con suavidad. Sí, se quien era, era Jorge, alguien que a 
pesar de juntarse con el grupo no solía participar de los juegos.
Dije su nombre en alto y mi amo rápido le quito frente a mí, poniendo a otra 
persona en su lugar.
Antes de darme cuenta unas manos agarraban con fuerza mi cabeza y una polla 
follaba bruscamente mi boca, produciéndome arcadas.

La violencia con la que lo hacía me dio la pista para saber de quien se trataba, era Pedro, el amo de Sara y causante del cabreo de mi amo.
Rápido retire la cabeza y dije su nombre en alto.
Intuí la sonrisa de mi amo.
Alguien se acerco, pero mi amo le paro.
- No, tu primero, le escuche decir
Entonces un coño Invadió despacio mi boca, no tenía claro quien era. En ese momento no recordaba ni quien estaba presente en el juego.
Intente repasar la lista en mi cabeza, pero eso hizo bajar el ritmo de mi lengua, a consecuencia de lo cual mi amo azoto mi culo produciéndome un dolor horrible.
Cuan ligada esta la ausencia de dolor con la excitación....
Recupere el ritmo al tiempo que llegue a la conclusión de que me faltaban Sara y María.
Entonces decidí aventurarme.
- María, dije
- Otro
Lo averigüe casi por casualidad. Tenía la impresión de que olía el perfume de María de manera muy cercana, pero no sabia si era ella la que estaba bajo mi boca o simplemente estaba cerca.
Antes de retirarse me dijo:
- Espero que otro día te deje tu amo comerme, lo haces realmente bien.
Y beso mi boca.
Si las cuentas no me fallaban quedaban Sara y Ángel
Al sentir una polla rozando mis labios, dije este ultimo nombre en alto.
Una carcajada inundo la sala.
- Para joder a tu sumisa deberías buscaste una de que no sea tan lista.
Era la voz de Ángel, buen amigo de mi amo.
Evidentemente solo quedaba Sara
Escuche como mi amo decía algo, pero no acerté a escuchar que era.
Quito mi venda.
Me ordeno que me levantara.
Jorge me ayudo ya que la falta de luz me había dejado atontada.
Mi amo me beso con una extraña mezcla de frialdad y orgullo, tiro la ropa con desprecio hacia mí y me dijo:
- Vístete, Diana ha subido a pedirte un taxis, te vas a casa.
No espere ni a vestirme allí.
Completamente desnuda subí a los aseos de la parte superior del local.
Me vestí tranquilamente y salí, con la cabeza alta.
Jorge estaba casi junto a la puerta, con la escusa de pedir una copa, pero con la intención de ver como me encontraba.
Diana también estaba allí, sonriendo maliciosamente, como era ella, y me dijo:
- El taxis te espera en la puerta.
- Es una pena que hallas perdido otra oportunidad de que te coma el coño. No lo vas a lograr en la vida.
Jorge sonrió. Si, yo estaba bien.
Salí por la puerta altanera.
Solo al llegar al taxis baje mis hombros cansada por las emociones.
Camino a casa reflexione sobre lo ocurrido.
Me había merecido el castigo, pero había salido más que airosa de la situación.
Pensé que mi amo estaría aun mas cabreado, ya que su plan había fallado, pero pensé que quizás era al contrario.
Su único objetivo era quedar por encima de Pedro, y lo había conseguido.
En el fondo sabia que mi rebeldía le gustaba pero, como me confeso mas tarde, lo que se le paso por la cabeza fue,
No solo tengo a la más zorra, si no que también es la más lista.
Mi puta rebelde sumisa.... Me llamaba cariñosamente.

lunes, 13 de febrero de 2012

Lujuria entre perlas





Solo bastó un simple mensajes para que mi mente comenzara a maquinar...

-A las 7 lista, taxi te recogerá....atenta, llegaran noticias pronto... (te deseo)

Pero...? que se le habrá ocurrido a este loco ahora..? ; ( Me encanta)...., solo que ahora me tendrá todo el día con la mente a mil....
Ya quería que pasaran las horas, por mas que pensara en como sonsacarle algo, sabía que era en vano lo que le preguntase, así que deje mi mente volar....
Pero...?? no se donde vamos, ni que tengo que ponerme, ni siquiera si estaremos solos o no...
¡¡Ainssss Dios!! que hombre este, sabe que estaré todo el día excitada, mojada, muy mojada pensando es que pasará.
No podía concentrarme, así que opte por buscar en mi armario esperando que llegasen noticias nuevas...
A las 12 en punto llamaron a la puerta, no esperaba a nadie, no tenía consulta ese día... corrí para abrir porque la intuición me decía que eran nuevas noticias... y no me equivoque, un mensajero traía un paquete, le firmé al chico y abrí la caja con manos temblorosas e intrigada...
Un largo collar de perlas, un corsé, las medias y un minúsculo tanga junto con una nota era lo que contenía.


-Esta será tu vestimenta... junto con tu olor, sera perfecto... (solo de pensarlo estoy durisimo)

Mirando la nota, solo salía de mi una gran sonrisa, “tanto pensar en que ponerme y al final solo tengo que llevar esto...” pero me gustó la idea, tenia todo el día para mi, así que me dispuse a estar todo lo sexy que él se merecía, depilada como la piel de un bebé, uñas pintadas rojo-granate, que hacía resaltar el tatuaje de mi pie (cosa que a él le encantaba), muy coqueta utilice mascarillas y peeling para estar todo lo suave posible...
((Que lentamente se me estaban pasando las horas por Dios.......))
A las 5 en punto volvió a sonar el timbre y otra sonrisa volvió a salir de mi... igualmente el mismo mensajero que a la mañana volvía a traer otro paquete, dando las gracias de nuevo, este lo abrí mas rápido, rompiendo el papel sin pensar... dentro una nota ….

-Dentro del taxi, tu abrigo se abrirá con descaro, pon al taxista cardíaco, que el chico vea que solo llevas tu regalo, cuanto mas lo excites mas premio tendrás (se que tu coñito estará mojado solo de pensarlo, mi polla está como una piedra de imaginarte así, pero no quiero que te masturbes, entendido? Sabré si lo has hecho con solo mirarte....)

Atónita, me senté sin saber que pensar, a la vez que me excitaba imaginar ese momento, toque mi coñito y estaba húmedo, mis dedos resbalaban por encima del tanga , acariciando lentamente, solo de pensar la situación, cerré mis ojos y comencé a fantasear hasta llegar un momento que quería mas y mas, pero no debía hacerlo y ya eran las 5.15, tenia que empezar a arreglarme, así que corrí a la ducha....
Faltando 5 minutos me llegó un mensaje...”tu taxi te espera”, uffffff toda nerviosa y vestida como me había pedido coloqué el abrigo y salí a disfrutar.
El taxista me sorprendió, no era nada común, moreno, atlético, no era guapo, pero tenia un atractivo poco común, me sorprendió que abriese mi puerta y me ayudase a montar....
Nada mas entrar me dijo, se cual es la dirección, tardaremos 45 minutos así que relájese, si quiere puede fumar, encendí un cigarrillo y me recliné en el asiento, pensando en la segunda nota fui desabrochando el abrigo lentamente, hasta que quedó completamente abierto, sabía que el chico me miraba, posicionó el espejo para poder verme entera, eso me excitaba mucho, estaba siendo observada por un completo desconocido,mis piernas se abrían mientras que jugaba con el collar, que lo pasaba lentamente por mi coñito ya mojado y la temperatura de mi cuerpo iba subiendo por momentos...... no me daba cuenta ni que pasaba el tiempo, solo me apetecía decirle que parara en el arcén y que pasara al asiento de atrás, pero esa locura no podía suceder....

Casi a las 8 llegaba a mi destino y ahí si que me puse nerviosa, el taxista no quitaba la mirada a mi abrigo abierto, me ayudo a bajar del coche y me entrego un sobre ….

-Deja tu abrigo en la entrada y sube hasta el primer piso, sigue las instrucciones....

Como un flan subí la escalera casi desnuda, nada mas llegar en la puerta había dos chicos, uno me cogió el bolso y otro me coloco un antifaz, una sensación nueva se apodero de mi mente, no sabia donde estaba, ni lo que allí me iba a encontrar y encima con los ojos vendados …, mis otros sentidos se pusieron alerta, mi olfato distinguió un olor varonil cerca, olor a tabaco, a hombre....
mis oídos captaban ruidos procedentes de diversos puntos de la habitación, movimientos cerca me indicaba que había gente cerca mía, mi corazón se acelero cuando algo rozo mis labios, unos dedos lleno de vino lo rozaban, sacando mi lengua los lamí y chupe lentamente, aquello me hacía temblar, me sentía observada y excitada a la vez... note a alguien acercarse por detrás, como unas manos agarraban mis caderas me apretaba contra él, era un chico, noté como clavaba su polla en mi culo, como subía mi pelo y me besaba en la nuca, el chico que también rozaba mis labios se acerco y se apretó contra mi por delante...
Allí estaba, sintiendo como dos cuerpos calientes se restregaban contra mi, metiendo sus manos por mis piernas, por mi tanga, mis jugos mojaban sus dedos y los llevaban a mi boca para que los lamiera, notaba sus pollas duras, mis manos comenzaron a tocar, sus brazos, sus cuerpos, me di la vuelta para tocar al que tenia detrás cuando sentí dos manos mas, pero esta vez eran suaves y pequeñas, eran de mujer....me estaba quitando el corsé y acariciaba mis pezones, agarrando mis pechos para que uno de los chicos los lamiese, lentamente me llevaron a un sillón y note como mas manos me acariciaban.... al oído Daniel me susurro...
-Vas a disfrutar como nunca has disfrutado, pero antes tienes que hacer una ultima cosa, “tienes que averiguar cual de estas dos pollas es la que follara ese coñito... pero no puedes tocar con tus manos, solo con tu boca....”

Sin decir mas tenia dos pollas en mi boca, las dos duras como piedras, calientes, muy excitadas y mojadas, saboreaba una, luego otra y volvía a la primera metiéndomela entera, así estuve un largo rato hasta que dije que era la segunda, el sonrió y me apremió con un beso....

-Después de mucho lamer por fin has acertado …. susurro...
-Desde el principio supe cual era tu polla,.... dije sonriendo
-Que zorrita eres … ven conmigo que vas tener tu premio...

Sin quitarme la venda me hizo sentarme sobre él, cogí su polla con una mano y me senté a horcajadas, bajando poco a poco hasta que quedó dentro. Acomodé las piernas y comencé a moverse con unos movimientos que volverían loco a cualquiera, aquella polla me llenaba completamente, sus dedos se metían en mi culo con la misma fuerza que su hombría se clavaba en mi hasta el fondo, abriéndome, cortándome la respiración.... de pronto sentí como se agarraban de nuevo a mis caderas.... las mismas manos que al principio y otra polla rozaba mi ano, sabia lo que iba a pasar, la nueva polla sustituyó los dedos, un grito de perra en celo salio de mi garganta...un dolor agudo recorrió mi cuerpo, apretando fuertemente las dos pollas clavadas en mi., se quedaron quietos un rato hasta que mi cuerpo se fue acostumbrando y lentamente note como iban entrando y saliendo llevándome a un orgasmo brutal … pero, no pararon, seguían follándome mas rápido y mas fuerte, iban hacerme perder toda cordura..., gritos y gemidos salían de mi boca, pidiendo mas y mas, notaba como llegaba mi segundo orgasmo, mis piernas temblaban, mi coño apretaba mas fuerte su polla hasta que se corrió conmigo, aquel líquido caliente rebosaba por su polla, el segundo chico descargo sobre mis cachetes, su liquido caliente se mezclaban con nuestros jugos, un inmenso placer me desbanco y caí sobre el cuerpo de Daniel sudorosa y jadeante.....

Tumbada en esa cama, no podía moverme, mas bien no quería, el tumbado al lado mía no paraba de acariciarme... quise quitarme el antifaz, pero no me dejo....
-Aún no princesa, aun queda una sorpresa mas...
-Massssssss?
-Shhhhhhhh relajate y disfruta de lo que viene....

El cosquilleo era ahora por todo el cuerpo, la boca de Daniel chupaba mis pezones alternativamente y su mano recorría mis muslos. La excitación iba creciendo paulatinamente, ya no había pensamientos, solo me centraba en las sensaciones que llegaban de todos las terminaciones nerviosas de mi cuerpo...
Una de mis manos fue hasta mi ingles , mi dedo recorría lentamente mi coñito, involuntariamente separé mis piernas... fue cuando note unos labios rozar mi sexo y en ese momento me libero de mi venda... la imagen lleno de morbo el momento, ver a esa chica delante de mi, mientras era follada por una cara conocida.... (era el taxista) sentí como un calor cálido me inundaba al pensar con que fuerza me había follado ese desconocido, con mis manos apreté contra mi, la cabeza femenina, empecé a gemir imperceptiblemente y a ondular mi cuerpo para apretar mi clítoris contra esa boca que devoraba mi sexo. Separa mis labios y con la punta de la lengua recorría cada milímetro cuadrado de mi ardiente coño, penetrando en mi interior hasta la desesperación.... acabe corriéndome y temblando de placer...



Daniel me abrazó fuertemente y su boca se fundió con la mía en un beso salvaje y lleno de deseo. Nuestras lenguas danzaban como nunca lo hicieron. Me agache y tome su polla con mi boca, como sabía que le gustaba, succioné su glande mientras la punta de mi lengua jugueteaba con él... con un movimiento de sus caderas se deslizo entre mi lengua y el paladar.... Yo quede quieta y él puso sus manos sobre mi cabeza y empezó a moverse como si me follara.... sentía las vibraciones de su polla en mi boca, el sabor inconfundible de su sexo y la excitación que me transmitía su cuerpo... una vez mas mi vagina se inundó de fluidos, pero esta vez con la generosa contribución del semen de Daniel inundando mi boca.....



miércoles, 8 de febrero de 2012

MUÑECA DE PORCELANA

Había preparado concienzudamente el cumpleaños de mi pareja, quería sorprenderle con algo que nunca hubiese creído que yo fuese capaz de hacer, algo que posiblemente sí había soñado pero que nunca pensó que se haría realidad, para ello había buscado en internet todas las noches cuando él se iba a dormir y me había empapado sobre la cultura japonesa, ya sabía distinguir entre una maiko y una geisha, sus costumbres y sus tradiciones.
Había decidido regalarle un nyotaimori (女体盛り), y para ello debía contratar a una geisha para que todos nuestros amigos pudiésemos comer de su cuerpo, la única condición era que sólo podría utilizarse la boca, mis amigos ya lo sabían, el único sorprendido quería que fuese Luis.
Días antes había ido a un restaurante japonés y me había puesto en contacto con Yukina, ya sabía que no contrataba a una geisha de verdad, pero era lo más cercano que había encontrado en Madrid. Le expliqué cuál era mi deseo y que ante todo no debía asustarse de lo que allí sucediese, que era una cena erótica y sexual.
Yukina al explicarle qué  había pensado, sonrió e hizo algunas modificaciones para que fuese más erótico todavía,  sólo pedía una cosa, no iba a cobrar el servicio de geisha, puesto que ella sólo había sido una maiko (aprendiz de geisha), pero quería que hasta el postre, la cena fuese una cena occidental y ella fuese una amiga más invitada al cumpleaños. Yo me sorprendí bastante por aquello, pero quería que la sorpresa saliese bien, así que no puse ninguna objeción.
El sábado por la mañana yo me dediqué a preparar todo para la cena, Luis no iba a llegar a casa hasta la noche, así que no tenía problema de ser descubierta. La cena en sí no era lo importante, la sorpresa era el postre, así que fui a comprar la frutas más exóticas, chocolate fundido que había encargado y nata montada. Compré también varias botellas de cava, con la idea no sólo de comer sobre Yukina, sino también de beber.
Por la noche, yo estaba bastante nerviosa, era un regalo arriesgado y efímero, si le gustaba, sería una imagen que no olvidaría, pero si no le gustaba, sería un fiasco para él, pero sobre todo para mí.
Luis pensaba que nos íbamos a cenar a ese restaurante que vamos siempre, así que vendría directamente después del partido para pegarse una ducha y marcharnos, y en ese momento sería cuando nos encontrase a todos en casa.
La primera en llegar fue Yukina, había cambiado de idea y pensado que no era conveniente que estuviese en toda la cena porque Luis se extrañaría y había pensado que sólo necesitaba una habitación y un baño para prepararse mientras nosotros cenábamos. Así que la llevé directamente a nuestra habitación, a Luis le diría que no entrase, que no me había dado tiempo a ordenarla y no quería que ninguno de nuestros amigos la viese así.
Yukina traía una maleta y una funda de traje en la que imaginaba que llevaba el kimono. Ya venía peinada para la ocasión,  había estado preparando esta cena como algo personal. Como yo tenía ya la cena lista y sólo me quedaba preparar las frutas, le pedí que si me dejaba ver como se preparaba, no se trataba de ver como se ponía el kimono, sino de todos los rituales que están alrededor de ese momento.
Fue el momento de ver a una mujer perfecta pasar del mundo occidental al mundo oriental, se desnudó pausadamente, doblando cada prenda que se quitaba e introduciéndola en la maleta, su piel era blanca, suave, frágil, de porcelana, fue directa a la ducha, no podía dejar de mirarla mientras se duchaba yo observaba cada uno de sus movimientos.
Al salir de la ducha, le acerqué una toalla y fue preparando todo lo que necesitaba, me iba explicando que el maquillaje debe ser perfecto, cubrir la cara de blanco y la nuca, centro erótico para los nipones, los labios los pintó con un pincel y después le dio brillo con agua con azúcar por encima. Mientras ella se pintaba, yo la miraba con esa mirada de sorpresa, de aprendizaje, de deseo en algún momento. Comenzó a ponerse adornos en el pelo y mientras lo hacía tarareaba una canción, era un ritual que nunca pensé que vería.
Mis amigos empezaron a llegar, dejé a Yukina en la habitación, y comenzó un rencuentro con amigos que hacía tiempo que no coincidíamos, esa también era parte de la sorpresa para Luis. Nos pusimos al día enseguida. A las diez de la noche llegó Luis, su cara al ver a sus amigos fue no sólo de sorpresa sino también de alegría, su mirada cómplice con la mía me dijo lo suficiente para saber que le estaba gustando su cumpleaños.
La cena transcurrió llena de anécdotas, risas, más risas, Luis era el protagonista de cada anécdota, pero lo que a mí me importaba era que el postre fuese inolvidable. Preparé la fruta en cuencos, para que cuando Yukina llegase, no transcurriese mucho tiempo en la preparación.
Apagué la luz y fui a buscar a Yukina, al oído me susurró, tranquila, le gustará. Luis no tenía ni idea de lo que le esperaba. Llevaba a Yukina de la mano y la guié hasta el salón. Era el momento de ver la cara de Luis y encendí la luz. Luis se quedó mirando a Yukina que se encontraba haciendo la reverencia en muestra de saludo, Luis me miró y su cara lo decía todo.
Luis, te presento a Yukina va a ser nuestra bandeja para el postre que he preparado. Yukina quiere sentir nuestras lenguas, nuestras caricias, quiere ver nuestras miradas mientras la disfrutamos. Yukina comenzó a desnudarse y quitarse ese kimono rojo, negro y blanco que cubría su cuerpo, Luis estaba absorto mirándola, viendo su cuerpo desnudo, mientras nosotros preparábamos la mesa para que ella se subiese. Se tumbó encima de la mesa y fuimos colocando la fruta por todo su cuerpo, dejé caer chocolate fundido por su cuerpo, nata montada en distintas partes y sin dudarlo un momento, fui directa a lamer el chocolate que había caído alrededor de su areola, esa era la señal para empezar el postre y todos fuimos comiendo, lamiendo, uniendo nuestras bocas, nuestras lenguas, mientras Yukina permanecía inerte, inmóvil, pero con los ojos abiertos mirando cada uno de nuestros acercamientos, Luis devoraba la nata que había caído en sus ingles, acercándose con deseo y queriendo avanzar un poco más, yo sabía que quería pasar su lengua por ese coño depilado y puse nata para que así lo hiciese.
Yukina en ese momento al notar la lengua no pudo reprimir un gemido que volvió loco a Luis y a mí, nuestros amigos estaban muy excitados y habían comenzado a desnudarse, Luis al verlos hizo lo mismo y entonces se me ocurrió algo, tapé los ojos de Yukina con un antifaz y al oído le susurré:
-       Nos has observado a todos, te dije que podía pasar cualquier cosa en esta cena. Debes adivinar qué polla es la de Luis y qué coño es el mío.
Yukina sonrío y asintió con la cabeza, estaba tan excitada como todos nosotros y ya no había marcha atrás. Comenzó un nuevo juego y fuimos chupando sobre el cuerpo de Yukina, algunos pasaban la polla por el chocolate que quedaba en su cuerpo y se lo ofrecían a ella en la boca, Yukina chupaba, lamía, saboreaba el chocolate. Ya no permanecía inerte, su cabeza, su boca, sus manos querían tocar, sentir. Luis seguía comiéndole el coño, no separaba su lengua de allí, mientras miraba a todos sus amigos como metían sus pollas en la boca de Yukina y en la mía. Rosa, mi mejor amiga se encontraba fuera de sí y se subió en la mesa, se puso encima de la cabeza de nuestra invitada, mientras sus manos acariciaban las pollas de su marido y del mejor amigo de Luis, esa imagen sería inolvidable para mí, y no pude reprimirme y la comencé a besar la boca, mientras varias manos recorrían mi cuerpo. Una de esas manos era la de Yukina que fue directamente a mi coño y empezó a masturbarme, mis gemidos eran ahogados por la boca de Rosa y al oir mis gemidos, Luis se acercó y participó en ese beso, tres lenguas unidas y mucho deseo.
Yukina me metió dos dedos en el coño y eso fue el detonante de mi primer orgasmo de la noche, esos dedos se movían, entraban, salían. Mi mano acercó la polla de Luis a la boca de Yukina y ella comenzó a lamerla, meterla en su boca, Luis estaba gozando con esa mamada y comenzó a sujetarle la cabeza para metérsela más adentro y dejarla dentro del calor de su boca, esa polla entraba y salía de su boca igual que los dedos entraban y salían de mi coño, llevaban el mismo ritmo, era como si me estuviese follando Luis y no los dedos de Yukina y mi segundo orgasmo llegó mientras Luis se corría en la boca de ella. Nos miramos Luis y yo y comenzamos a besarnos. Yukina se quedó quieta y solamente dijo:
-       Creo que encontré lo que buscaba desde que he llegado a esta mesa, la polla de Luis y tu coño.
Rosa había pasado al sofá y estaba siendo follada por su marido y por Carlos, el mejor amigo de Luis, mientras Luis y yo nos encargábamos de que Yukina se fuese de la cena con el placer de habernos conocido.
Luis durante mucho tiempo recordó este cumpleaños como algo especial, no fue la única fantasía que cumplimos juntos, pero sí la más oriental.

domingo, 5 de febrero de 2012

RETO A LAS COMPLICES

Bueno, y para que nuestros lectores no digan que solo les retamos a ellos con un concurso, 
reto a las COMPLICES.
Tenemos una baraja de cartas muy especial, una baraja erótica.
Se trata de ir cogiendo cartas al azar y hacer un relato inspiradas en ellas.
Os podrá parecer simple, pero, sabiendo como son las cartas, os aseguro que tendremos que sacar a la luz la parte mas oscura de nuestra mente.
¿Quién gana? Simple: TODOS, estoy segura de que todos ganaremos morbo, erotismo, excitación, sobre todo excitación. Y nosotras en particular, diversión.
Nenas, a divertirnos¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Como en el reto a los lectores, un máximo de 4 foleos + fotografías.
Tenemos una semana como máximo.


Aquí tenemos nuestra primera carta.